EL TRANSBORDADOR
El sistema que patentó Torres Quevedo es muy
sencillo: "Hay un cable con un extremo fijo y en el otro, que se hace
pasar por una polea, se coloca un contrapeso. De esta forma la tensión
del cable es constante y, por mucho que varíe la posición de la
barquilla, es muy difícil que se rompa. Además, concibió seis cables
paralelos, de modo que si se rompiese uno de ellos -algo que nunca ha
sucedido-, el sistema se autoequilibraría".